Las clásicas de las Ardenas es un tríptico de clásicas que se disputan en los países que forman el Benelux. Estas carreras gozan de gran prestigio y se viven con mucha pasión en los lugares por donde transcurren. La grandeza de estas pruebas reside en que son competiciones antiquísimas, forman parte de las carreras más antiguas de ciclismo y, además, al ser carreras de solo un día la emoción está garantizada hasta el final.
El tercer domingo de abril comienza la primera clásica en Holanda, la Amstel Gold Race. Esta es la prueba más joven de la trilogía, se corre desde 1966. La conocida marca cervecera da patrocinio a esta clásica. Por lo que se caracteriza esta carrera es por el ritmo infernal que se lleva durante toda la prueba, pese a contar con más de 250 kilómetros de distancia y unas continuas subidas de empinados muros de corta distancia longitudinal. El perfil de la etapa es conocido por "serrucho" debido a su forma de picos pequeños y continuos. El muro que normalmente es el juez de la carrera es el "Cauberg". Se le escapó esta prueba a Alejandro Valverde, entró en el grupo de seleccionados, pero en el sprint final solo pudo ser superado por el campeón del mundo, Michał Kwiatkowski. Alejandro nunca ha podido ganar esta prueba, aunque tiene dos segundos puestos y un tercero.
Tres días más tarde se disputa en Bélgica la segunda clásica del tríptico, la Flecha Valona. Esta prueba se corre desde 1936. Al igual que la prueba anterior su perfil también es de "serrucho", pero con la característica especial de que la carrera se decide en el muro de "Huy". Esta "pared" fue definida por Laurent Jalabert como "una escalera". Es una escalada de 1,3 kilómetros de longitud y con una pendiente que llega hasta el 26%. Es una subida que conoce a la perfección el ciclista murciano y, también, se le da muy bien. Valverde ha ganado la Flecha, con la de este año, tres veces, revalidando la victoria del año pasado. Tiene, además, un segundo puesto en esta prueba.
La trilogía de clásicas de las Ardenas se cierra el cuarto domingo de abril con la carrera de un día más antigua de ciclismo, la Lieja-Bastoña-Lieja, disputada en territorio belga. La primera vez que se disputó esta clásica fue allá por el año 1892. Esta clásica es una de las cinco más prestigiosas del calendario internacional, y es considerada como un campeonato del mundo no oficial. Carrera de 260 kilómetros que alcanza su momento culminante en "La Redoute", una subida de dos kilómetros de longitud con rampas de hasta el 17% que sirve para seleccionar la carrera por completo. Esta clásica es, de las tres, la que mejor se le da a Valverde. Con la victoria de este año ya la ha ganado tres veces, además de tener dos segundos puestos y un tercero. A Alejandro le debe gustar celebrar su cumpleaños en esta prueba, el día anterior cumplía 35 primaveras y no parece que los años pasen por él.
En las clásicas de las Ardenas "El Bala" suma seis triunfos, solo superado por Moreno Argentin con siete y Eddy Merckx con diez. Apostar por Valverde en las clásicas de las Ardenas, como vemos, es apostar a caballo ganador. "Balaverde" es un corredor que, no solo compite, sino que además, gana desde el primer día del año hasta el último, en cualquier tipo de pruebas, de días y duración. Prueba de ello es que el año pasado se hizo con el UCI World Tour. Como profesional es su victoria número 89, no tiene pinta de que vaya a ser la última. Le robaron dos años de su carrera, pero no lograron su objetivo; sigue y seguirá ganando. El orgullo hacia este ciclista de mi tierra es infinito.