El Real Murcia por fin ha encontrado la senda del triunfo esta temporada 2015/16, despejando alguna de las dudas que suscitó en el principio de la temporada. La campaña no empezó con buen color, en las tres primeras jornadas de liga no ganó ningún partido y con solo un punto llegó a ser el colista de la categoría, además de ser eliminado en casa por el Cádiz en la primera eliminatoria de Copa del Rey. Por suerte la situación ha dado un giro y se han ganado los tres partidos siguientes, ojalá esta dinámica se prolongue el mayor tiempo posible.
La situación ha cambiado, pero las sensaciones no acaban de ser del todo fiables. Hemos pasado de un Real Murcia bastante inoperante en ataque, dos goles a favor en los tres primeros partidos, que desconocía a lo que jugaba y sin automatismos en táctica ofensiva; y con lagunas defensivas importantes, cinco goles encajados en las tres primeras jornadas. A un Murcia más consistente en ataque desde que juega con dos delanteros desde el principio del partido con nueve goles en tres partidos, el problema llega en defensa, seguimos siendo frágiles, tres goles encajados en tres partidos y teniendo que remontar en dos de ellos. Este aspecto es totalmente diferente al del año pasado cuando estando en el Grupo I de Segunda División B el equipo se caracterizaba por ser un equipo ordenado que encajaba pocos goles y de esta manera conseguía ser eficiente haciendo valer las pocas ocasiones que materializaba.
Esto viene a ser algo relativamente normal y más en una categoría como la '2ªB'. Defender siempre ha sido más fácil que atacar, a poner como símil podemos afirmar que destruir o desordenar algo siempre es más fácil que construir u ordenar. Este concepto parece que en el Real Murcia se está dando en sentido contrario, está consiguiendo ver puerta con relativa facilidad, pero se muestra débil y frágil en defensa. Es un problema relativamente fácil de resolver, lo más difícil ya lo tenemos hecho, solo nos falta aplicarnos más atrás, ser más consistentes, ordenados y tener más claros los automatismos defensivos para que no se produzcan desequilibrios, en el momento que seamos capaces de hacer esto debemos ir hacia arriba como la espuma. La defensa es muy parecida a la del año pasado con algún refuerzo más, se debe ir a más.
Carlos Álvarez se ha erigido como el goleador de este equipo, suma ya tres dianas; Marbella, Betis B y San Roque de Lepe han sido sus víctimas. Le acompañan por detrás con dos goles el extremo zurdo y sorpresa positiva, Sergio García y el canterano Arturo. Los jóvenes Isi, Arturo y Rafa de Vicente están partiendo normalmente desde el banquillo, aunque bajo mi punto de vista son los tres jugadores con más calidad y futuro de este equipo, esperemos que el entrenador, Aira, se percate de ello. Hay otros jugadores con un rol importante que han empezado a producir como Chavero, Fran Moreno y Azkorra, pero sigue habiendo otros como Tomás Ruso y Javi López, por ejemplo, que deben empezar a sumarle cosas a este equipo.
Hemos pasado de un tiempo de inestabilidad donde estaba clara ni la continuidad del entrenador a un tiempo más sosegado, pero que ni mucho menos nos podemos relajar. Estamos octavos en la tabla con 10 puntos, a dos del play-off, La Hoya-Lorca, y a cuatro del líder, Mérida. El objetivo de este club, no nos olvidemos, en esta categoría no puede ser otro que ser líder del grupo y luchar por el ascenso. Si luego no se puede y solo se está en el play-off es otra historia, pero la exigencia debe ser máxima. Se ha ganado 3-1 al Betis B, 2-0 al Melilla y 2-4 al Lepe; el próximo partido es en casa contra el Linares que se encuentra un puesto por encima del Play-out, no debería volar ningún punto de Nueva Condomina y prepararse para el próxima desplazamiento que sí es un partido serio y delimitará nuestras opciones en liga, el rival, el Cádiz.