martes, 13 de octubre de 2015

Las apuestas deportivas, un tema controvertido

Hoy en día, ha habido un gran auge en lo que a las apuestas deportivas se refiere, ya no solo por Internet, sino en establecimientos físicos y en su gran mayoría bares con salones de juego. Se han extendido de tal manera que ya es casi imposible no encontrar un local de apuestas deportivas en cualquier municipio o barrio de ciudad. Desde un punto de vista ético uno se empieza a preguntar si esto es negativo para la sociedad.


El juego nunca ha sido considerado como algo positivo desde el punto de vista moral, si bien, ¿quien no se ha jugado algún euro que tenía de sobra en la cartera en algún evento deportivo? probablemente un porcentaje muy alto de personas, y sobre todo de hombres. Todo esto puede ser positivo con moderación, ya sea para vivir un encuentro más intensamente, querer apostar por tu equipo o jugador favorito, ya sea para echar un rato solo o acompañado, o cualquier otro elemento que sea el que motive esta acción. El problema recae en que esta práctica puede provocar vicio o enfermedad como lo es la ludopatía, muy peligrosa. Pero al fin y al cabo, como todo en la vida, si es con moderación no tiene por qué desencadenar en un problema grave.


El mayor problema para el mismo deporte es en el momento que estas apuestas deportivas han pisado el terreno de deportes o categorías de diversos deportes que no están profesionalizados. Es decir, cuando el deportista o deportistas que participan no viven exclusivamente del deporte que realizan por motivos económicos. En tenis es donde las sospechas han levantado más revuelo. Hay personas que viven exclusivamente de las apuestas deportivas, moviendo grandes cantidades de dinero, y hay deportistas a los que se les intenta tentar o extorsionar ofreciéndoles un dinero fácil por dejarse perder (ganando mucho más de lo que ganarían en un mes de trabajo) o si se niegan siendo profesionales, directamente amenazándoles a ellos o a su familia. Han sido varios los jugadores sancionados por demostrarse que se dejaron perder habiendo ellos mismos apostado en su contra o una persona cercana. Lamentable. No solo el tenis está salpicado, también el fútbol, sobre todo, en tercera división ha existido controversia.


El espíritu del deporte en su esencia es darlo todo por ganar luchando hasta el final, esto, sin duda, está salpicando los valores del deporte. Al final, la conclusión debería ser prohibir la realización de apuestas deportivas en deportes y categorías no profesionales, no correríamos el riesgo de perder la esencia del deporte. Otro tema es que, por ejemplo, la categoría de '2ªB' de fútbol no esté profesionalizada, lo cual es un gran error. Pero ese ya es otro tema.

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