En cualquier deporte individual o colectivo lo que te hace ser mejor al resto es tener una buena variedad de soluciones a los problemas que pueden ir surgiendo durante la competición. Es decir, jugador o equipo que solo sepan realizar un aspecto en concreto del juego con plenitud de rendimiento en el fondo es un conjunto pobre de recursos. En el momento que se vea anulada su única capacidad son incapaces de reaccionar para revertir la situación. Este es el problema que le está ocurriendo al FC Barcelona en los últimos tiempos.
El Barcelona lleva bastantes años viviendo del tiki-taka, lo que le ha ido muy bien durante mucho tiempo. Gracias a jugadores del nivel de Xavi Hernández y Andrés Iniesta en la medular y que casualmente han coincidido en la mejor época de su carrera futbolística. Esto está bien hasta que llegado el día te anulan el sistema, tus jugadores ya no rinden como cuando eran más jóvenes o simplemente la pelotita dice de no entrar. Es en ese momento cuando tienes que echar mano del resto de tus recursos para dar el nivel de rendimiento que se le exige a un equipo como el Barça.
En las últimas temporadas el equipo culé ha contado en sus filas con delanteros de gran prestigio internacional como Zlatan Ibrahimovic, Samuel Eto'o o David Villa. Todos ellos con un currículum intachable que, sin embargo, salieron por la puerta de atrás de "Can Barça". Esto es debido, en mayor medida, a la ocupación de Leo Messi en el puesto de "falso 9" y, por tanto, la "no" aparición de estos jugadores en esta específica posición. El problema viene dado cuando los equipos rivales se encierran y mantienen sus dos líneas de defensa muy juntas y cerca de su propia área. Esto propicia que no hayan huecos y, a su vez, que el juego de pases del tiki-taka no resulte eficiente debido a la falta de espacios. Por tanto, una vez fracasado este plan no existe uno alternativo que pueda utilizarse si el plan "A" no sale bien. De momento, en casa, por lo general, han solucionado bien la papeleta debido a las grandes dimensiones del Camp Nou; el problema ocurre en los partidos fuera de casa, donde han volado muchos puntos y otros no han volado de milagro.
La solución a este problema la aporta un delantero centro a la antigua usanza, un delantero grande que fije a los defensas centrales del equipo rival y sea capaz de propiciar primeras y segundas jugadas, ya sea rematando el mismo o dejándola a los que vienen por detrás en segunda línea. El mejor ejemplo es Fernando Llorente, jugador de 1,95 metros de altura, con gran envergadura, capaz de llevarse muchos balones por alto y hábil con los pies. Este solo sería un recurso más que haría más fuerte al equipo y lo salvaría de muchos problemas. Como por ejemplo, para "abrir la lata" o lanzarse al ataque en busca de una remontada. El fichaje esta temporada ha sido Luis Suárez, gran delantero, pero juega desubicado en un puesto que no es el suyo, con lo que baja en gran medida su rendimiento y, además, no cumple con las características de la figura de "delantero tanque".
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