El tenista de Jávea, David Ferrer se ha proclamado campeón de la segunda edición del ATP 500 del Open de Río de Janéiro. El incombustible jugador alicantino se impuso en la final del torneo brasileño al italiano Fabio Fognini por un contundente 6-2 y 6-3. "Ferru", a sus casi 33 años ha demostrado seguir a un nivel óptimo de competitividad sumando su 23º título de su carrera y 2º del año, siendo anteriormente el Open de Qatar en Doha su última conquista en este 2015. Aunque David no ganaba un torneo en tierra batida desde hace casi un año; fue en el Open de Buenos Aires en 2014, único título que sumó en ese año. Actualmente, David Ferrer se encuentra en la 9ª posición del ranking ATP, ha bajado con respecto a su "estatus" en los últimos años, pero este no es un tema que deba preocupar en exceso. A un jugador lo que más le gusta y con lo que más disfruta es ganando torneos, es decir, al final de un año o de una carrera deportiva un jugador mira a sus "vitrinas" personales y es más feliz viendo y recordando los torneos que consiguió que pensando que durante cuatro, cinco, seis semanas o las que fueran fue el nº 3 de la ATP. Estoy completamente seguro que un jugador es más feliz ganando un torneo, por el hecho de ganarlo, que pensando en los puntos que va a sumar de cara a la próxima semana en el ranking ATP.
En la otra cara de la moneda tenemos al jugador manacorí, Rafael Nadal, que no pudo revalidar el título en Río conseguido en su primera edición el pasado año. Le paró los pies en semifinales el jugador de San Remo, Fabio Fognini, del que luego Ferrer dio cuenta de él. Pero sin duda, el verdugo de Nadal fue el calor, la humedad, y podemos decir que hasta él mismo. Rafa no pudo soportar las altas temperaturas con la enorme influencia de la humedad fatigándose antes de lo normal y sufriendo calambres en su cuerpo. Si bien, esto no debe ser excusa, ya que el castigo climático es el mismo para los dos jugadores y el tenista español siempre se ha definido por su gran físico, entre otras cualidades. Lo que queda bastante claro es que a Rafa le está costando volver a encontrarse cómodo en las pistas, nada que ver con su último regreso tras su larga lesión en 2013 donde arrasó en todos los torneos de tierra batida de la gira sudamericana que disputó, menos en el torneo de Viña del Mar en Chile en el que solo fue finalista, casi nada. Esperemos que estos torneos le sirvan para coger la forma necesaria de cara a los torneos importantes de la temporada en tierra batida y sobre todo llegue en óptima forma a Roland Garros para optar a su 10º título en este Grand Slam. Mientras tanto Fabio Fognini se consagra como un jugador muy a respetar en esta superficie, más aún si cabe desde que su entrenador es el catalán José Perlas quien a entrenado a talentos de la talla de Guillermo Coria, Juan Carlos Ferrero o Nicolás Almagro. Todo lo que toca este entrenador sube como la espuma.
Mientras tanto, la gira sudamericana sigue su camino y esta semana llega el Argentina Open (ATP 250) en la ciudad de Buenos Aires, torneo en el que Rafael Nadal vuelve 10 años después de su última participación y, además, parte como cabeza de serie nº 1 y máximo favorito. Torneo que David Ferrer ha ganado las tres últimas ediciones, pero este año ha declinado su participación por asistir al asfalto del Abierto Mexicano Telcel en Acapulco (ATP 500). Seguiremos atentos a ver como siguen evolucionando los nuestros.
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