Por fin llegó el día. El Real Murcia volvía a vetusto estadio de 'La Condomina', la que fue su casa durante 82 años (1924-2006), nueve años después de su última visita. El UCAM Murcia CF es el actual anfitrión local de este estadio, pero, sin duda, el equipo que jugaba en casa era el Real Murcia. El derbi de la capital del Segura ya lo empezó a ganar el equipo pimentonero en la calle, en los aledaños del estadio, durante los prolegómenos del partido. Más de uno recordó lo que eran antiguamente los partidos en el corazón de la ciudad de Murcia, con los bares de La Condomina repletos de gente, con sus camisetas granas, animando el partido y animando al equipo en su llegada en autobús al estadio. Dentro del estadio la película no fue diferente, las gradas y las gargantas se tiñeron de grana pareciendo que el auténtico local era el Real Murcia. Un ambiente espectacular. Pese a no poder ser abiertas al público las gradas de tribuna alta y grada lateral, el viejo estadio de La Condomina lucía como en sus mejores galas, lleno hasta la bandera y las entradas agotadas desde el viernes. Cabe resaltar el aspecto del césped, bastante más cuidado que el de la Nueva Condomina, ese terreno de huerta, fértil e idóneo para que luzca un buen césped. Podríamos decir que el terreno donde se encuentra la Nueva Condomina es más de 'cabezo' y más difícil que la hierba nazca y se asiente con tesón.
En el terreno futbolístico, el derbi en el campo fue de lo más igualado, no así en la grada con una clara mayoría absoluta del conjunto que ejercía de visitante. Extraña sensación para los jugadores de UCAM que pese a jugar como local se sentirían como foráneos. Más de uno comprendería lo que es tener una afición detrás, que te empuja y te arropa. Volviendo a la parcela futbolística, el partido fue un continuo corre calles de idas y venidas, con ocasiones para los dos bandos y con dominio alterno por parte de los dos equipos. Fue el Real Murcia el que golpeó primero, en el minuto 23, una falta botada por Sergio García en la esquina de la frontal del área fue introducida en propia puerta por Dani Pérez. La alegría murcianista no duró mucho, en el minuto 30, una magistral falta tocada por Góngora al borde del área daba el empate a los locales, imposible para Fernando, el balón limpió las telarañas de la escuadra. La sentencia, unida con el éxtasis, llegó en el minuto 74, cuando un córner sacado por Sergio García encontró al primer palo al 'ex' de UCAM, Alejandro Chavero, que de espaldas y al primer toque ponía el definitivo '1-2' que desequilibraba el marcador. Con este resultado la parroquia murcianista se marchaba exultante de la que fue su casa, recordando anécdotas y grandes momentos vividos dentro de esas cuatro paredes que muchos llamamos "nuestra casa".
Con este resultado el Real Murcia escala hasta la primera posición del grupo IV, relegando al UCAM a la segunda posición del mismo. El equipo grana ha pasado con nota las cuatro complicadas salidas seguidas que tenía, ganando en Cádiz, Mérida y en La Condomina al UCAM, solo se dejó los puntos en la Ciudad Deportiva del Sevilla con su filial.
Como nota positiva, resaltar que el Real Murcia se llevó la victoria de un derbi donde reinó la paz, sin ningún incidente y con los jugadores agradecidos a su 'trasladada' afición, sabían lo que se jugaban. Se demostró que el UCAM no es enemigo del Real Murcia, es su rival a corto plazo porque han coincidido en la misma categoría, en el mismo grupo y con objetivos muy parecidos, pero no vislumbro ninguna desavenencia en lo institucional ni en la parcela social.
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