El primer aspecto que tocaremos es el del desplazamiento. La mayoría de nosotros cuando tenemos que realizar un largo viaje de muchas horas sufrimos un desgaste. Hay que realizar las llamadas paradas de descanso o para estirar las piernas. No es extraño sentirse extenuado física y mentalmente cuando llegamos a nuestro destino. Por ello el número de kilómetros a realizar y las horas de viaje invertidas son un factor importante. También es importante el medio de transporte. No es lo mismo realizar un viaje en un medio de transporte más o menos rápido y en el que estemos cómodos, en mayor o menor medida. Si el viaje es muy largo debemos poner atención también a la diferencia horaria para adaptar los biorritmos de sueño, vigilia y comidas.
Muchos recordarán a Dennis Bergkamp y su miedo a volar. El delantero holandés después de su participación en el mundial de Estados Unidos en 1994 ponía como cláusula en sus contratos que no viajaría en avión con el equipo. Míticos son sus viajes en coche días antes del encuentro para poder llegar a tiempo de poder jugarlo. Esto fue debido al gran número de horas de avión de Europa a Estados Unidos y a los problemas que hubo durante el trayecto. No consiguió superar su fobia. Otro caso conocido, este más cercano, fue el del sevillano Jesús Navas. El joven jugador andaluz tenía un terrible problema de ansiedad ante los largos periodos fuera de su hogar. Esto era un grave escoyo en las concentraciones con el Sevilla y con la Selección Española quien, sorprendentemente, desaparecía de las convocatorias. Por suerte para él, ha conseguido superar su ansiedad y esta es su segunda temporada en las filas del Machester City.

En el tercer aspecto a tratar hablaremos sobre el terreno de juego. No existen unas dimensiones fijas de ancho y largo del rectángulo de juego como en otros deportes. Para partidos internacionales las normas FIFA estipulan en el apartado de dimensiones que el largo debe tener entre 100 y 110 metros, y el ancho entre 64 y 75 metros. En el fútbol profesional esto no suele ser un problema, la mayoría de los campos de 1ª división en España tienen unas dimensiones de 105x68 metros, además, son las dimensiones recomendadas por la FIFA.
El problema llega cuando pasamos a categorías 'no profesionales'. La superficie puede variar, no todos los campos son de hierba natural, los hay también de hierba artificial, con la adaptación que esto supone. Las distancias varían mucho más; el largo puede ser de entre 90 y 120 metros, y el ancho desde 45 hasta 90 metros. Es decir, nos podemos encontrar auténticas diferencias entre unos campos y otros. Las mayores diferencias se observan en 2ª división B, donde se encuentran equipos de ciudad con potencial de 1ª división y equipos de barrio o de pueblo con instalaciones municipales muy escuetas. Por un lado, nos podemos encontrar estadios en los que se han disputado partidos internacionales como el Carlos Tartiere, Nueva Condomina, o Las Gaunas.
Y por otro lado, nos podemos encontrar una gran diferencia con estadios como los del Marino de Luanco, el Lealtad, el Tropezón, el Somozas o el Astorga.

Pára finalizar, el último tema del que hablaremos será de la influencia psicológica. En este apartado entra en juego la participación del jugador número '12'; es decir, la afición. No es lo mismo tener un estadio vacío a tener un estadio lleno hasta la bandera con aficionandos alentando al equipo local y metiendo presión a los visitantes. Tampoco es lo mismo que la afición tenga una participación activa o que, como vulgarmente se dice, vayan a "comer pipas". Cuanto mayor sea la envergadura de los anfiteatros mayor es la presión que se puede meter e inversamente proporcional a la distancia que haya de la grada al terreno de juego. Cuanto más lejos esté, menor participación. En estadios con pista de atletismo esto es un gran hándicap para el aficionado y el equipo local. Los estadios turcos o griegos se convertían en auténticas calderas, también se tomaba con mucho respeto el jugar allí una eliminatoria. Esta realidad la consiguieron mostrar a la perfección en un anuncio de la marca "Nike" de hace unos años, en el que el equipo visitante parecía jugar en el mismo infierno.
Mucho tiene que ver también quién sea tu rival, no es lo mismo jugar en la casa de tu eterno rival o en la tuya propia. En los partidos con rivalidad histórica, de rivalidad entre ciudades o entre países se puede palpar esa presión extra que dan esos partidos.
Y es que ya lo decía Dorothy en el Mago de Oz...
gracias por la explicacion
ResponderEliminar